El mundo visto en negativo

Es increíble como uno puede pasar a depender de las acciones del otro en un abrir y cerrar de ojos. El tiempo que dura, y lo que pasa mientras. Es esa realidad subconsciente, el momento en que se viven dos situaciones a la vez. Ninguna de ellas es falsa, solo que ocurren en diferente espacio, pero mismo tiempo. Es sentir al otro y verlo todo desde una perspectiva diferente, es volar con los pies en el suelo. Tan solo un momento, una acción, una palabra, cambia el modo de ver las cosas, nos sitúa lejos y cerca y podemos decidir el cambio. Todo es cuestión de hacer lo correcto, lo que se siente. Cuando esa suave caricia nos abstrae a un mundo paralelo y nos muestra todo desde afuera. Es querer tanto a alguien que pasa a formar parte de uno, entonces ya no somos dependientes del otro, sino de una parte de nosotros mismos. Formar parte de un todo, sintiéndolo todo a la vez. Ver el mundo con los ojos cerrados.